11 may 2010

Viña 2010: recuerdos hilados

JUEVES
Me despierto en una carretera recta y repleta de desniveles. Un conductor supuestamente sobrio desafía con su autobús al resto de vehículos, independientemente del sentido por el que circulen. Llegamos a la “hermosa” localidad de Villarrobledo y, tras montar la tienda y comprobar que estamos a tomar por culo de la zona de conciertos, fuimos a por las primeras provisiones. El Atleti firmó esa noche el pase a la final de la antigua copa de la UEFA, y había que celebrarlo. Primera reunión con los colegas y primeros escarceos con los vicios. Noche de risas que sólo aguantó el incansable Mauro; los dos ciegos perdidos (él más) dando vueltas hasta poco antes del amanecer. Creo que ésta fue la única noche que pisé la famosa carpa de la gasolinera, un poco decepcionante la verdad.

VIERNES
Nos despertamos bastante pronto (no todos) por el puto calorazo que hacía. Jodo como pega en Albacete. El día transcurrió de un modo bastante psicodélico. La naturaleza estaba increíblemente fungi-exultante. Inauguramos nuestra serie de bolos con el de los Segismundo Toxicómano, bastante potente. Ya se veía una cantidad de público considerable que me hizo presagiar una de las mayores pegas del festival: iba a haber demasiada gente, y la zona trasera tenía una calidad de sonido bastante pobre. Para disfrutar en condiciones del concierto había que meterse por cojones en la olla. Parón para descansar del pelotazo de la tarde, en el que nos perdimos a Los Suaves (sí, se ve que Yosi iba como una cuba para variar), y volvimos dentro para ver a Berri Txarrak. Vaya directo más cojonudo que tienen. El público, en su mayoría vasco, muy entregado, algo que Gorka agradeció. Pasaron algunas horas difusas para acabar frente al escenario de nuevo con Soziedad Alkohólika sobre él. Buenísimos, como acostumbran. Eso es contundencia. Roberto, el batera, se marcó un solo de los que casi empalman. Con las prisas fuimos a ver acabar a Morodo. Bastante suave el pavo, por lo menos en el cierre. Ahí acabó la jornada de conciertos y, tras un breve paso por nosequé carpa de electrónica, a la tienda a por las amiguitas rubias y sus familiares, sanguíneos y políticos. Borrón. Mi noche acabó a eso de las 5, hora arriba hora abajo, en la tertulia de la atalaya con los dos únicos colegas que quedaban despiertos.

SÁBADO
Mis recuerdos empiezan entrando al concierto de Obrint Pas, a las 4 de la tarde, con un sol de la virgen picando en la cabeza. Que mal sienta el alcohol a esas temperaturas oyes. El directo de los valencianos cojonudo. Una buena masa de gente (mucha de Valencia y Cataluña obviamente) pasando calor a la que supieron animar, y muy buen rollo. Hubo una ración de Castellers y de pirotecnia para acercarles un poco a casa. El calor pudo con nosotros en Mamá Ladilla, y no volvimos a entrar hasta el bolo de Gatillazo, ya por la noche. Bueno, les he visto mejores actuaciones. Evaristo estaba un poco apagado. De ahí a Ska-p, sin duda el que más gente convocó. No se podía ni respirar de la locura de peña que había, ni siquiera humo de contrabando. Me tuve que salir del bollo antes de que acabaran de tocar porque me estaba poniendo malo (no sonaron mal, pero disfruté menos que otras veces, ya os digo que atrás se oía de culo). Nos reunimos unos cuantos desperdigados de la vida y directos a Violadores, que no defraudaron. Siempre suenan de puta madre, y Kase-O el amo claro. Ahí terminaron los conciertos para mi. Celtas Cortos dieron un directo de mierda como viene siendo costumbre y EUKZ sonaron bastante fuertes por lo visto. El resto de la noche la pasamos principalmente en un chiringo que ponía un drum'n'bass de la hostia. Lo cierto es que la zona del Viñatek (véase Antiviña) estaba muy guapa montada. Tuvimos encuentros con curiosos personajillos, como con el tal Mauro del jueves y sus amigos invisibles, y buena fiesta hasta la amanesida. Ese día caímos muertos en la tienda.

DOMINGO
El mejor sueño de todo el viaje, en la puta cazuela manchega esa. Entramos pronto bajo la solana a ver acabar a Alamedadosoulna. No hubo demasiada sintonía con la gente y el bolo fue bastante ligero. También es verdad que la hora y el calor no ayudaban. Vimos empezar a los Benito Kamelas, y más de lo mismo. Directo flojo y poco ambiente. Me perdí a Betagarri (mecachis), y volvimos para ver a Lendakaris Muertos. De los mejores conciertos del festival. Tocando un temazo tras otro y Aitor tan jodidamente pirado como siempre. Se tiró al público varias veces, le dio un muerdo a un gordo antes de "Besos gaztetxeros" y nos brindó un concierto de los memorables. El pogo que se montó frente a la valla del escenario fue la hostia. Bueno, en los últimos temas las hostias se volvieron poco graciosas (qué bien se lo pasa grabándonos el cabrón). Después de ese concierto, sé que estuve dentro alguna vez más, pero no recuerdo que concierto vi, si es que vi alguno. Esa noche nos metimos un fiestón de los gordos entre los muros de vatios de sonido del Viñatek. Mucho DnB del rico y hardtek. Nos dieron las 9 o 10 de la mañana, y a recoger toda la tienda y toda la mierda con el pelotazo encima. Dimos un maravilloso paseo por Villarrobledo buscando la estación de buses, que casi perdemos el nuestro, y ala, vuelta a casa de gaupason.

LUNES
Pfffffff Y esta palabra, este papel, escrito por las mil manos de una sola mano, no queda en mí ni en vosotros ni tampoco sirve para sueños. Cae a la tierra y allí se continúa, pero no como una mera palabra ni papel escrito, sino como una sucesión de sonidos del corazón, llamadlo música si queréis. Y cuando la música se termina, los bailarines nos miramos como si estuviésemos desnudos y ahí decidimos si merece la pena seguir tocando, o si sólo fuimos meros objetos en el infinito equilibrio universal de los planetas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario