23 ago 2011

1984

Pero después de leer aquellas páginas tenía una mayor seguridad de no estar loco. Encontrarse en minoría, incluso en minoría de uno solo, no significaba estar loco. Había la verdad y lo que no era verdad, y si uno se aferraba a la verdad incluso contra el mundo entero, no estaba uno loco. Un rayo amarillento del sol poniente entraba por la ventana y se aplastaba sobre la almohada. Winston cerró los ojos. [...] Todo estaba bien y él se hallaba completamente seguro allí. Se durmió con el pensamiento << la cordura no depende de las estadísticas >> , convencido de que esta observación contenía una sabiduría profunda.


"La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca" (Henrich Heine)



1 ago 2011

Afonía crónica

Nuevos tiempos, como casi siempre. Una tragicómica carrera incesante. La experiencia te va corroborando constantemente que prácticamente todo se va volviendo más maleable a medida que envejece, y asumirlo a veces se vuelve particularmente doloroso. Como ocurre con las ideas, algunas personas se van perdiendo, generalmente con bastante más pena que gloria. El lado positivo viene de la comodidad que regalan involuntariamente sus vacíos a otras nuevas experiencias, aunque lo cierto es que siempre el vaso está, o más lleno, o más vacío. Afortunadamente todo tiene la importancia que cada uno quiere darle, y en cualquier caso, a ciertas alturas, resultaría demasiado terco tratar de no sonreírle a la vida.