27 dic 2010

Feliz Navidad

Sube el tabaco. El Gobierno vuelve a reirse de nosotros. Pero eso no es lo peor. Lo peor es que una secta de usureros y mentirosos sigue robando sin que nadie haga nada. Miles de invidentes quedan atrapados por las cadenas del materialismo pero no protestan. La justicia divina no para de cebarse una y otra vez con Haití pero es que ese tema ya está pasado. Los amantes más cobardes siguen inflando a puñetazos a las personas a las que en algún pasado borroso les juraron pasión eterna. Los secuestradores de niños de.......

En fin, será mejor ver en las noticias los árboles de navidad y belenes que han montado desde Benalmádena hasta Teruel. Y un profundo debate sobre si ha acertado Papá Noel o no con los regalos. Que maravilla. Vamos a cantar villancicos.


1 dic 2010

Monos disfrazados

Me hace gracia comprobar como en este país estupidez e hijoputismo se reparten a partes iguales. Cada día me fijo más en esos prepotentes individuos con cara de idiota que, camuflados en atuendos de paisano, se apostan en las barandillas de algunas de las estaciones de metro más concurridas de la capital al acecho de inmigrantes desprevenidos. Se les conoce como secretas. Vagos e inútiles que un día decidieron solucionarse la vida mamando de la gran teta estatal bajo la etiqueta de "funcionarios policiales". Suelen dejarse ver, aunque ellos piensen lo contrario (la ignorancia siempre es atrevida), en los vestíbulos de estaciones como Colonia Jardín o Nuevos Ministerios, preferiblemente en las horas de apertura y cierre de la jornada laboral. Estos zánganos, amparados en su autoridad coactiva, se dedican a seleccionar personas con pinta de inmigrante de bajo nivel para sacarles su placa con el regocijo de quien enseña una polla de 30 centímetros, pero de látex. Acto seguido les exigen toda la documentación si no quieren ser detenidos y llevados a comisaría. Una caza en toda regla desarrollada en base a incentivos, como las multas de tráfico en el caso de la Benemérita, que les permite decir que en su trabajo se dedican a algo más que a tocarse los huevos e ir al bar. Y después de cada captura ponen cara de estar contribuyendo a la seguridad y el bienestar colectivos.Podrían hacer algo verdaderamente útil para la sociedad (desde la protección efectiva de personas maltratadas hasta la persecución de mafias dedicadas al blanqueo de dinero), pero prefieren ir por la vida jodiendo a chavales que deciden pasar la tarde echando un peta con sus amigos, o a personas que, además de tener que soportar la estupidez supina de los racistas sin bozal, se matan a trabajar para poder malvivir en un país supuestamente de mayor calidad de vida que el suyo. Y después de amargarle el día a su particular legión de desafortunados, retoman su repugnante coloquio como si nada hubiera pasado. "Para proteger y servir". Mis cojones.